Después de algunas semanas, encuentro un hueco para plasmar
las reflexiones que van surgiendo cuanto más me involucro en el tema de la
tracción animal ( TA ) aplicada a la agricultura.
Lo que en un principio me pareció una actividad residual y
casi romántica que completaría el abanico de posibilidades que nos ofrecía la
TA, se ha convertido en una de las actividades con más proyección, a mi modo de
ver, dentro de nuestro proyecto.
Siempre pensamos que tendríamos la oportunidad de trabajar
el suelo en viñas e incluso dar un nuevo enfoque a la vendimia, sopesamos la posibilidad de realizar ciertos
trabajos en huerta, pero nunca más allá.
A día de hoy soy un firme convencido que la rapidez,
eficacia y calidad que la TA puede aportar a la huerta , con un marco de
plantación adecuado, aventaja a otros sistemas, así este mismo mimo con que se
trabaja el suelo de la huerta se podría trasladar a la viña dando como
resultado un suelo más vital y unas cepas más longevas y plenas, sin esas sogas
alrededor de las raíces que son las suelas de labor y con un aplicación
razonable de este mismo trabajo de suelo el más que posible arrinconamiento de
herbicidas , y sin incremento de los litros de combustible gastados (
caballo de batalla de las producciones en ecológico)
A nadie quiero convencer de la rapidez y eficacia, solo hay
que ir a verlo, con un buen animal y los aperos adecuados, prácticamente todo
el trabajo de suelo es factible.
La calidad la argumentaré de la siguiente manera:
Lejos de las caballajes de la moderna maquinaría que puede
permitirse despreciar el estado del suelo, con una salvedad, el tempero, y en los que la preocupación del maquinista por encontrar
el suelo en estado óptimo es muy limitada, ¿ cuantos meses/años pueden pasar
sin que este agricultor pise su bien raíz, sin el que nada sería? existe un
tipo de agricultor, hortelano para el que este factor es vital, necesita un
suelo con grado de humedad óptimo para poder trabajarlo, la necesidad obliga y
se esmera por mejorarlo y cuidarlo así como a sus frutales, alargar la vida de
sus árboles, cepas…. Supliendo una menor cosecha con una mayor calidad de la
misma
Este mismo agricultor pisa, toca, siente ese suelo en cada
paso, cada vuelta, lo mima y lo conoce, quiere y puede sacar el máximo rendimiento
sin agotarlo.
Estos mismos parámetros son aplicables al secano, el menor
rendimiento que podría achacársele
con respecto a la agricultura
“moderna” se puede suplir con un menor gasto por hectárea, dejando un balance
equilibrado, con menores inversiones en maquinaria ( cuantos años se tardan en
amortizar la maquinaria moderna y cuantos años pasan hasta considerarla
obsoleta), reparaciones, nulo gasto en combustible una gestión más tradicional
del medio y un valor añadido que su producto puede conseguir .
Podría hablar de la eficiencia energética pero como de esto
ya hablaba el anterior artículo lo obviare.
Quizá ha vuelto el
tiempo de racionalizar las extensiones de cultivo, de que las podamos hacer
rentables económica y humanamente poder volver a llevar
esos patrimonios que ahora se tienen que dar a hacer . Quizá esta
sociedad de consumo este tocando a su fin
La TA es uno más de esos factores que pueden volver a situar
a algunos de nuestros agricultores en un lugar que les perteneció por derecho, seguir
siendo importantes en tanto en cuanto sean valorados como productores y no como
meros consumidores de maquinaria, combustible, abonos, herbicidas …… premiados
por su capacidad de llevar grandes extensiones de terreno a cualquier precio,
pero viviendo de subvenciones que no
premian al excelente.
Sin duda la TA puede dar cabida a un agricultor de pequeñas
extensiones, que busque la calidad de su trabajo, con pequeñas inversiones en
aperos y con una sabiduría que su bien más preciado, el suelo, ha heredado y
que en unas pocas décadas casi había olvidado.
Pocas veces se podrá permitir manejar más allá de tres o
cuatro hectáreas de huerta ni más de veinte de secano con una caballería, pero
esta carencia se puede convertir en virtud, y quizá una vuelta a lo rural de
muchas familias.
POR UN MUNDO MAS HUMANO NATURAL
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