Hace unos pocos días por motivos del trabajo di un rulo por algún que otro valle próximo a mi casa.
Después de hablar con algún ganadero me ofrecieron esta mulita de tres años amansada que no domada, perfecta para comenzar con ella.
Si no encuentra casa se va directa a la carnicería, una pena porque es un buen animal.
También encontré dos muy buenas colleras de un guarnicionero francés, las dos están a la venta en precios razonables
Un semental breton del ejercito con orígenes franceses que esta en parada pública en el centro hipìco Los Arrieles de Biescas
Ya de vuelta pasé por el dolmen de Ibirque
Y en Nocito me saludo este bonito Can de Chira, más listo que el hambre.
Un día completo.
PD: si hay alguien interesado en la mula o las colleras, puede dejarme un mensaje que yo le daría el teléfono del propietario tanto de la mula como de las colleras.
En fechas recientes decidimos castrar a nuestros machos, se que es una decisión discutible pero que nosotros tomamos convencidos de su necesidad.
No es una intervención sin importancia, los animales además de la sedación, pasan unos días con riesgos de infección y dolores. Si que recomendaría que si se toma esta decisión se haga en temporada fría y cuanto más joven el animal mejor, su convalecencia es más corta
Cuando se trata de animales de trabajo creo que minimizar los riesgos que conlleva manejar enteros es al menos para mi indispensable.
Siendo egoísta esa sería ya una razón de suficiente peso para llamar al veterinario.
Sin querer ser hipócrita, no es desdeñable el sufrimiento que se evita en el resto de la vida de todos estos enteros que nunca podrán ejercer de sementales. Todos hemos visto el estrés y la frustración que soporta un entero a la vista de una hembra en celo.
No seré yo quien diga que los enteros no son validos para el trabajo, ni mucho menos, si son animales de la suficiente valía genética como para utilizarlos como sementales bien vale la pena ese sobre esfuerzo que lleva intrínseco su manejo
pensando pensando y sin que sirva de precedente, cual es el destino de la mayoría de los potros machos que nacen o nacían en libertad?... solo los mejores se convertían en sementales de la manada.
Siguiendo con la puesta a punto de Obelix este finde, empecé donde lo había dejado el otro día, unos pases con la tabla y conmigo encima para refrescar.
Con este trabajo afianzado llego el turno de la canadiense, muy poquita clavada al principio, para ir aumentando poco a poco.
Que fácil lo hace todo Obelix
Al día siguiente cambio de estrategia.
Paseo largo con un tronco manejable para Obelix, trabajando la resistencia y los pasos complicados, subidas fuertes, bajadas, rio...... un poco de todo
Como estábamos los dos solos las fotos están hechas mientras practicaba la parada.
Continuamos con el curso impartido por Alfred Ferris en las instalaciones de A'Chordiga, y después de conocer los aperos, nos vamos a centrar en su uso.
Trabajamos sobre una parcela de la finca que había estado de coles, para intentar ponerla en marcha de nuevo con otros cultivos.
En primer lugar pasamos la grada canadiense con los siguientes resultados:
Después le tocó el turno al Forcat, del que ya os contamos sus excelencias:
Nada desdeñable la labor realizada por la Kassine de Perico y Daniel, con la que Alberto y Diego se desenvolvieron como si la hubieran estado manejando toda la vida:
También lo intentamos Roberto y yo, ¿qué tal tandem hacermos?
Turno de la tabla con la que se niveló la parcela y se dejó preparada
Con lo hecho durante el sábado la tierra quedó lista para que en A'Chordiga la cultiven.
El DOMINGO la actividad se centró en trabajo entre líneas:
Y después de todo lo hecho, estos son los resultados de las parcelas que se tocaron el domingo, no os parece impresionante?
Por último solo nos queda dar las gracias a Alfred, por sus enseñanzas y su paciencia, a A'Chordiga por las instalaciones y su magnífica logística, y a todos los participantes en el curso, por compartir con nosotros una ilusión. Gracias.
Aprovechando la tregua que nos ha dado la lluvia nos hemos puesto manos a la obra con Obélix.
La rutina ha consistido en paseos montado, donde pude observar las carencias en la doma del animal, muy normales por otra parte dada la edad que tiene, seguidos de trabajos con riendas largas con el mismo filete con el que lo montamos.
El animal acepta la collera el arnés, cadenas y ruidos de manera asombrosa, es mucho más controlable con las riendas largas que montado y no le faltan ganas de ir hacia delante aún arrastrando tablas y troncos.
Más acostumbrado como estoy al manejo de mulos, trabajar a este castrado me resulta muy gratificante por su docilidad, ganas de aprender y trabajar, sin un mal gesto.
